Viajar requiere algo que te lleve.
Hice hace poco un relevamiento y ocurren cosas interesantes sobre el vehiculo en el cual uno se monta para la aventura.
Moto y auto.
La moto te quita edad, demostre con un dia de diferencia y la misma ropa ir a cargar nafta a la misma estación de servicio y que me atendiera el mismo playero.
En moto me dijo de vos y en auto me mando señora y de usted. (Bastardo)
En moto los limpiavidrios ni te miran y en auto se te tiran 20 en cada semaforo.
La moto es fresca, ágil y estacionable.
El auto es calentito, seguro y codiciable.
Con la moto no llegas muy lejos sin acalambrarte pero rápido en un embotellamiento.
Cada cosa tiene su oportunidad.
Micro y avión.
Tambien compare la actitud del ambiente ante la misma situación, la misma ropa, la misma maleta.
En el micro se arma como una cofradía del pasajero. Hay dialogo. Hay camaradería.
El avión es mas frío, mas careta si se quiere.
Igual amigos no se porque me hago en todas partes si el viaje dura mas de 5 horas.
Esos que despues te saludan en el destino por la calle.
¿Que pensarán?... La que conocí en el avión.
No lo se.
Nunca mas los volví a ver.
Winter
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Se pone el sol al oeste en el día más corto.
Naranja.
Mi padre envasa el dulce según la receta de mi abuela.
Me la acuerdo al instante.
Una fruta de cada una...