Absenta o la influencia a la distancia.

Resulto ser que mi verdadero padre se fue en barco a Europa, zarpo el mismo día del centenario del hundimiento del Titanic y llegaba a Liverpool que es de donde salió.
Todo muy simbólico aunque al final no paso nada.
Un viaje al que no estuve invitada.
Bue... no importa.
Le encargue que me trajera una botella de absenta que el conocía como Ajenjo.
Me hizo anotarle en un papelito las diferentes formas que podía nombrarse y lo guardo en un diccionarito de bolsillo que me aseguro que llevaba a todas partes.
Regreso y le pregunte si me la había conseguido.
- Pero que me anotaste! Que casi me meten en cana por narcotraficante!
- Ay! Que exagerado! Nadie va a sospechar de vos!
- Nadie! La última vez me desarmaron la valija buscando droga!
- Posta? No te puedo creer!
- Si, fue así.
- Y porque no lo conseguiste? Lo buscaste?
- Sí, fui a un montón de licorerias con el papelito que me diste y me decían como que no había... hasta que en una me mandaron a una que hablaba castellano y me dijo que estaba prohibido por la ley de estupefacientes, el consumo, la tenencia, el tráfico. Que tuviese cuidado!
- No me vas a decir que no hubiese estado emocionante!
- Y la verdad que si, estuvo bueno... sobre todo porque no paso nada.


Y bue... cuando una produce un flash en algún viaje sin siquiera estar presente da como la satisfacción de un deber cumplido.