Cuando las cartas siguen garpando.

Que llueve, que sale el sol, que llueve, que sale el sol... total me fui a un encuentro de tarot en San Telmo.
No era un encuentro era un Le Mat que tiraba las cartas, daba 12 números por jueves y estaban agotados.
En un intermedio lo saludé y le dije que soy de La Plata, siempre con la idea de que ser de la Plata me traiga algún beneficio.
Que no iba a tener tiempo, que me quedara hasta el final.
- Puedo tirarselas a los (seis) que están en lista de espera.
- No, mejor vení otro día y tiralas vos.
... Chupala...
El mozo le explicaba a un chico como yo el sistema y que no había mas turnos
- Mi amiga esta viniendo.
- No, espera si queres...
- Yo tambien tiro. Dije.
Suena el telefono del chico que le dice a su amiga: Ya no hay más turnos pero acá te conseguí una chica que sabe... la esperas un ratito? Esta en el taxi.
- Si.
Y me quede en la puerta del bar hasta que llego mi clienta que resulto estar al horno.
Nos fuimos al bar de la otra esquina, dado el corte de rostro de Le Mat, hubo confesiones y llantos como cuando me sale bien.
No sé, a mi alrededor ocurren cosas extrañas, no se si soy la que provoca esos espacios o si es que soy atraída por ellos.