Punta Lara

Resulto ser siempre que camine por la playa del río las marcas que deja el agua en el barro de la playa me parecían huellas de lombrices lustrosas o de anguilas de los cuentos que me contaban mis ancestros junto a los juncos.
Me fui a pasar el año nuevo al reducto concheto del club que viene a ser un oasis entre veraneantes bajo coste de fin de semana que buscan su oasis también junto al río llegando en destartalados micros con la cumbia al mango.
Baje a playa esquivando renacuajos y esta vez las marcas del agua en el barro me parecieron las circunvoluciones del cerebro, de un cerebro plano, lustroso que se alisa por momentos y se esconde en el río.
Un gran cerebro que mantuvo las circunvoluciones pero que perdió la convexidad y se levanta solo centímetros del piso.
Chato.
Volví donde mi padre dormía la siesta resacosa en una hamaca y me acomode a leer el libro de tarot que me mantiene en vilo cuando un griterío en la pileta me saco de mi ensoñación arquetípica.
Horror!
Unos ocasionales visitantes que advirtieron los baratísimos beneficios del club se habían metido con ropa en la pileta!
Horror!
Como se van a meter esos negros si sin malla si esta prohibido!
Horror!
Si cuando te revisan se fijan si tenes caries como es que pasaron sin tener dientes!
Como nos van a invadir así el club a nosotros que pagamos millones todo el año para venir tranquilos en el verano!
Trifulca.
Los acaudalados socios llamaron al 911 y se apersonó la policía en el club.
Me subí al trampolín para tener una visión cenital del asunto.
Desde arriba era difícil distinguir quien era quien, las pieles bronceadas por el ocio al sol se confundías con la genéticamente oscuras.
Cuanta indignación!
Cuanto arruine del momento de parte todos!
Esto no va a quedar así!
Los socios se quejaron en el libro.
Los visitantes tambíen.

La policía los acompañaba a la salida cuando les pregunte por que no se quedaban, si el problema había sido la malla.
- Nos dijeron que nos tenemos que ir.

En fin... es así...

Total nada... si no hubiese sido por los "negros" la tarde hubiese sido aburridísima.

Ahora la naturaleza me da señales a mi paso.
A mi alrededor ocurren cosas extañas, no sé si soy la que provoca esos acontecimientos o si soy atraída por ellos.
Habrá que seguir investigando.
Pertenecer a tiene sus privilegios a veces y otras te da vergüenza.
Vergüenza ajena.